lunes, 4 de mayo de 2015

EL ORIGEN DEL SUFRIMIENTO DE LA DEPENDENCIA AFECTIVA COMO ENFERMEDAD

Mediante el análisis realizado en las historias de amor en la antigüedad, se ha podido identificar la presencia de la dependencia afectiva, sin ser notada por los protagonistas de las mismas, esto nos permite ampliar nuestro conocimiento de los orígenes de esta patología, puesto que, hoy en día, se ven casos en los jóvenes.

  • DEPENDENCIA AFECTIVA
¿Pero qué es la dependencia afectiva?  Se ha confirmado que la dependencia afectiva  es una patología, ya que alimenta la necesidad desmedida al individuo hacia otra persona, que mayormente se presencia en familiares, amistades y, sobre todo, en parejas.

Adictivos afectivos
Por otro lado, se observa que, en la actualidad,  muchas de las víctimas afectivas tienen una historia altamente marcada emocionalmente. Todos los pacientes dependientes, sin excepción, padecen de una marcada baja autoestima, que lo han adquirido de distintas formas. Desde los padres hacia los hijos, desde las malas experiencias o, simplemente, por no encontrarse a sí mismos y no valorarse como son.


“La dependencia afectiva descrita como un tipo de dependencia sentimental, caracterizada por la manifestación de comportamientos adictivos de apego patológico en la relación interpersonal”.[1]



  • LAS PELÍCULAS ROMÁNTICAS DE DISNEY

Las películas románticas creados en caricaturas, han estado dándole un significado equivoco y errado por el contenido que ofrecen acerca del amor, en este caso, Walt Disney y sus largometrajes animados.

Desde 1937, Walt Disney presentó la película “Blanca nieves y los siete enanitos”, largometraje con una emocionante historia de amor muy idealizado. Blanca nieves era una princesa que creía ser merecedora de un príncipe que, bajo esa idea, solo atinaba a esperar hasta que llegue lo que le pertenece. 

Blanca Nieves y los 7 enanitos.

Ese es un ejemplo de lo que Disney le transmite a los niños e, incluso, jóvenes sobre el amor. A las niñas les hacen creer que son princesas y que en cualquier momento llegará aquel príncipe de perfectas cualidades. Por otro lado, les hacen creer que para ser merecedora del amor, necesitan cumplir ciertos paradigmas, pues, de lo contrario, están marginadas y vivirán adoleciendo de eso tan preciado que Disney llama Amor.

“La sirenita” 1989, es otra película de Walt Disney, cuya finalidad es hacer que la Sirenita, hermosa habitante del mar, logre tener un prohibido romance con un príncipe humano. Otra historia  romántica en donde no falta ese factor “belleza” y “poder” para construir una perfecta historia de amor.

Walt Disney, con sus películas, a idealizado al amor, lo ha convertido o lo ha estigmatizado como una situación que reúne todo lo superficial, lo fantasioso, la perfección, y que ha estado repercutiendo a otros productores o guionistas a realizar más películas animadas con estas temáticas que la gente consume y se la cree.

Desde aquellos remotos años en donde apareció “Blanca nieves y los siete enanitos” 1937, también productores de televisión entendieron el mensaje idealizado sobre el amor y la gran aceptación del público sobre estos temas.  Es así como han estado sacando series, telenovelas, cortometrajes y todo tipo de programas con el mismo mensaje hacia el televidente respecto al amor y los romances.

  • WALT DISNEY Y LA OTRA CARA
Varios están de acuerdo sobre el mensaje que Disney le da al público respecto el significado del amor. Y hay quienes critican y arremeten contra dicha compañía por ser tan superficial. Pero también es necesario resaltar que Walt Disney ha presentado varias películas románticas pero con otro tipo de mensaje a los ya mencionados.

Por ejemplo, en 1950, se estrenó “la cenicienta. Una película en donde no existen diferencias sociales que impidan una bella historia de amor entre una chica de clase social baja y un atractivo príncipe”. O la bella y la bestia, un romance entre un tipo de aspecto animal muy desagradable con una bella mujer. 


Aunque el mensaje de las mencionadas películas, aparentemente, ofrecen algo distinto a las primeras mencionadas, Walt Disney sigue brindando ese ingrediente idealista acerca del significado del amor. Necesariamente tiene que haber un príncipe o una princesa en el cual otro determinado personaje debe ganarse su cariño, pues creen que la perfección está en estos príncipes y princesas.

Aunque, cabe recalcar, que en la película de “la bella y la bestia”, “la bestia”,  aquel humanoide con apariencia animal y desagradable, termina por convertirse en un príncipe. Entonces se vuelve a lo mismo, solo los príncipes y princesas logran la felicidad absoluta y el amor verdadero con finales felices y de ensueño, cual perfecta historia de amor, de hadas.

  • REPERCUSIONES

Disney, con el producto ofrecido y  el significado  del amor que ellos han construido a lo largo de los años desde que aparecieron, han influenciado no solo a los jóvenes, sino a personas de todas las edades, productoras de telenovelas de la actualidad y a otras compañías de dibujos animados. Las personas crecen con un significado del amor que adquieren por lo que ven y, sin lugar a duda, las más vulnerables son las mujeres.

Las mujeres, mediante van creciendo y llegan a la adolescencia, esperan sentadas, como si de brazos cruzados se tratase, a la espera de ese chico perfecto o príncipe azul. Desarrollan, a lo que varios psicólogos o psicoterapeutas califican como:
“El síndrome de la cenicienta”[2]

Aquellas que se cansan de besar puros sapos y están a la incansable espera del príncipe azul.


Por otro lado, según psicólogos y psicoterapeutas, señalan que es naturaleza de la adolescente y de la mujer adulta en fantasear o pensar que en algún momento llegará ese hombre perfecto que irán por ellas y serán felices hasta el fin de sus días. Algo que puede sonar descabellado pero que es latente en muchas chicas que, claro está, desconocen el verdadero significado del amor y lo toman como algo ideal y superficial, tal como se ven en las películas animadas.

“Varias ideas tóxicas de algunas jóvenes provienen de ese mundo de hadas y varitas mágicas”.[3]
Nada alejado de la realidad, y es precisamente lo que ha hecho Walt Disney a lo largo de los años mediante sus largometrajes animados. Vendiendo una idea muy sobrevalorada y “tóxica” sobre lo que es el amor, y que varios han comulgado hasta el momento.

                                      

Pero las mujeres no son las únicas afectadas con estas ideas tóxicas. Los hombres también son afectados mediante van creciendo por estas series o películas animadas que ofrecen estas compañías.  Creyendo que los únicos merecedores del amor sincero son los príncipes, algunos desarrollan una baja autoestima, motivo por la cual no saben llevar una relación sana y adecuada, volviéndose varios violentos, vacíos, celosos, inseguros e, incluso, refuerzan la patología de la dependencia afectiva.

  • ANÁLISIS

Habiendo repasado y estudiado los antecedentes de las películas románticas de Disney y sus repercusiones a lo largo de los años, es imprescindible señalar que para tener una idea clara del amor, no se necesita de cuentos, ni series, ni películas, ni dibujos animados. El amor no es un sentimiento, sino una decisión. El amor no se puede basar y tener como soporte algo tan frágil y pasajero como los sentimientos.

El amor no es un sentimiento en sí, sino un compromiso, una decisión, una fuerza de voluntad y de aceptación, con criterio y entereza lo que queremos compartir con otra persona, sin egoísmos, ni superficialidades.

 “No hay amor patente sino en la conformidad perfecta de los seres. Y como no hay dos seres semejantes en absoluto, cada hombre debe buscar, en cierta mujer, las cualidades que mejor corresponden a sus cualidades propias”.[4]
La perfección no existe, pues los que lo piensan, se pasan años buscando esa perfección que nunca encuentran.

La dependencia, definitivamente, no es amor genuino ni verdadero. El apego es una patología que deriva de la inseguridad y baja autoestima del que lo padece. No se puede amar sin primero amarte a ti mismo, y una persona dependiente afectiva, por lo general, no se aman a sí mismos.



[1] Popsic, (2009). “Dependencia afectiva y género: perfil sintomático diferencial en dependientes afectivos españoles”. Extraída el 28/ 01/ 2015 desde http://pepsic.bvsalud.org/scielo.php?pid=S0034-96902009000200004&script=sci_arttext&tlng=en

[2] El País.com (2014). “El síndrome de la cenicienta, mujeres a la espera de su príncipe azul”. Extraída el 28/01/2015 de http://www.elpais.com.co/elpais/entretenimiento/noticias/sindrome-cenicienta-mujeres-espera-su-principe-azul.

[3] Leonardo Amaya, (2012). Guía práctica para vivir en el infierno. Colombia.

[4] Arthur Schopenhauer, (1998). El amor, las mujeres y la muerte. México.

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